Hace poco viajé en avión desde Palma de Mallorca hasta Santiago de Compostela. Pude observar con claridad los diferentes paisajes de España. Desde el mar y los naranjos de Palma de Mallorca, hasta los campos llanos de siega de Castilla y las verdes montañas de Galicia.
Pensé en lo afortunados que somos al tener en nuestro país esta riqueza de paisajes. Mis pensamientos se enturbiaron al recordar las reivindicaciones independentistas que sufrimos.
Es una lástima que, pudiendo pertenecer a un paraíso de paisajes y culturas, haya algunos que se conformen con un trozo de tierra y no lo quieran compartir con los demás.
Es una pena que algunos se consideren mejor que otros por pertenecer a una comunidad diferente.
Giordano Bruno
DIRECTOR
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