Una maestra retirada, anónima, de paso por un puerto del Mediterráneo. Me cuenta pequeñas anécdotas de su vida de barrio, allí, en la parta alta de Argelia, un barrio burgués, tranquillo.
Argélia
Mina, una de sus colegas con 50 años y cuatro hijos, profesora de español en un colegio cercano, recibió a principios del 75 amenazas telefónicas. Desconsertada, no entiende nada: «¿Se trata de un loco?», «¿habría que considerar este asunto como una amenaza seria?». Mina acaba pensando que se trata de un desequilibrado.
Luego se olvida del tema. Transcurren unos cuantos días. Va andando hasta su colegio. Una mañana soleada, dos desconocidos la paran y sacan un arma. La apuntan desde muy cerca, a la cabeza, a la sien. Mina queda con la cabeza hecha pedazos.
De nuevo, a mi lado la narradora, una Scherezade de días de tinta, me cuenta el caso de una anitgua alumna. No debía tener más de 18 años. Hombres armados llegaron a su casa en plena noche y eligieron a la más hermosa. La tuvieron retenida 15 días. Un amanecer la dejaron en su casa, despues de recomendarle: «Diles que has estado casada. Un matrimonio provisional». Su familia, tan importante como era, no elevó ningún tipo de queja; todos se mataron.
Giordano Bruno
DIRECTOR
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In Carta Editorial
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