Querido tío Oscar

Querido tío Oscar Image

Querido tío Oscar

Mis más sinceras felicitaciones. Con esa carta te envío también un pastel con 86 velitas de esas que no se apagan nunca, a riesgo de que ningún sujeto que presuma de alternativo y contractual intente acabar con ellas aunque sea a cañonazos. Que sí, tío Oscar, que tú no te enteras de nada; pero eso puede ocurrir créeme. Cada año que pasa temo más por tu vida. Todos te quieren, a pesar de que muchos dicen lo contrario. El cine es así de ingrato (tranquilo, que con la literatura y la música ocurre lo mismo, no es que te tengan manía): los premios se desprecian hasta que te dan uno.

Oscar

Lo que peor me sabe es que tú pagas el pato siendo el que menos culpa tiene. Aunque unos te veneran y te rezan todas las noches a los pies de la cama, no nos engañemos, también tienes que soportar que otros vayan por ahí diciendo: “Uy, pues, la verdad, no recuerdo dónde lo he puesto, creo que lo tiene mi madre”, como la despreocupada Diane Keaton. O que su ex novio, Woody Allen, siguiera tocando el clarinete impertérrimo en un club de jazz cuando tenía que estar recogiendo la estatuilla. Te deben de doler las orejas de escuchar siempre lo mismo, que si no vales para nada, que si siempre te vas con los que hacen las películas más comerciales, y hasta malas, en lugar de preferir la calidad, que sí sólo te gustan los actores de moda…

Giordano BrunoHombre, algo de trampilla hay seguro, si que no hay santo qué se pueda premiar por igual a un pedazo de actor que un grupo de guaperas. Y no digamos si nos metemos con las pelis… He de reconocer que perdí mi fe en ti, tío Oscar, después de verte con Kevin Costner, y aunque la fe mueve montañas y, en ese caso, trastoca realidades, me di de bruces de nuevo con los dinoplastas del jurásico familiar de Spielberg.

Claro que la ceremonia no es tan auténtica como antaño, ni el glamour tampoco es el que era. No te quejes y da gracias a que, en la época cibernética en la que estamos, te perdonan la vida y te dejan como estás. Pero ten mucho cuidado con el relajo, porque como alguien de la Academia se le cruce un cable virtual, te colocan unas antenitas, un traje espacial, unas gafas con tres dimensiones, un casco y unos guantes cibernéticos sin que te pestañees.

En España nunca te haríamos algo semejante. Lo único que te sobra es un poco de lustre. Para nosotros, un exceso de algo tan dorado y reluciente es la viva imagen de limpiador que apesta a limón que tumba. Pero tampoco es grave. Sé que no te quitamos el sueño. Qué pena que no te guste España y tengas más que suficiente con las lágrimas made in USA de Garci o el mundo estrábico, ácido y tierno de Trueba.

 

 

 

 

 Giordano Bruno

DIRECTOR

Author | Giordano Bruno Comments | Comentarios desactivados en Querido tío Oscar Date | 20/02/2014