Forma y volumen están determinados genéticamente (si bien ciertos ejercicios pectorales y un buen sujetador pueden contribuir a mejorar su aspecto y mantener los senos lozanos por más tiempo). En Occidente el pecho ideal debe ser firme, ni muy grande ni excesivamente pequeño (del tamaño justo como para que se acomode en una copa de champán), respingón (con el pezón hacia arriba) y perfectamente simétrico. Éste es el patrón estético, pero, como todo ideal, la realidad se encuentra a menudo muy lejos de él.
Los pechos reales de las mujeres reales (no de las modelos ni de las actrices, ni los que han pasado por el bisturí) ofrecen un paisaje más variado: grandes, reducidos, de formas variadas, de pera, manzana, berenjena, redondos o suavemente cónicos, con pezones mínimos o muy desarrollados, juntos o separados, altos o bajos, ligeramente asimétricos en tamaño, uno más alto que el otro… cualquiera de estas versiones, aunque no se ajuste a la regla, es perfectamente normal, pero el dominio en el físico de la mujer ha querido transformar a muchas en muñecas voluminosas en cadena.
FORMAS SIN FORMA
Lo que consideramos normal en términos médicos puede no ser estéticamente actrativo, como los pezones invertidos, el vello en la areola o la asimetría mamaria.
PEZONES INVERTIDOS: Se trata de pezones desarrollados hacia dentro. Bastante más comunes de lo que se cree, la razón de este tipo de pezón es que los conductos lactíferos que terminan en él son demasiado cortos y lo tiran hacia dentro. La cirugía estética puede remediar esta alteración, pero, al quedar cortados los conductos lactíferos, no se puede amamantar.
MÁS DE UN PEZÓN: Los dos pechos del ser humano están en la línea de la leche, que se extiende hacia abajo desde la parte superior del pecho (desde las axilas hasta la cara interior de los muslos). En el ser humano, a diferencia de otros mamíferos, sólo se desarrollan dos mamas, pero no es imposible que otros pezones, que suelen tener aspecto de lunares, aparezcan a lo largo de ese circuito lácteo. Este fenómeno se conoce como polimastia, y no es grave para la salud, pero puede eliminarse por razones estéticas mediante cirugía.
VELLO EN LA AREOLA: Muchas mujeres tienen vello en esta zona, que puede eliminarse tanto recurriendo a la pinza de depilar como a la electrolisis cuando se trata de vello oscuro y grueso. Después de la menopausia este vello suele desaparecer.
ASIMETRÍA: Todas las mujeres tienen un pecho más grande o más bajo que el otro. La asimetría puede causar problemas estéticos e incluso puede complicar la compra del sujetador, ya que hay casos en los que la diferencia es tan marcada que cada pecho necesita una talla de copa diferente.
ACABAR CON LAS OBSESIONES
Redondos, altos, respingones, tersos…, casi de sueño, o de cirugía estética. Así son los pechos que todas quieren tener. Tan convencidas de que ésos son los pechos normales, que en muchas ocasiones , por teren pechos más pequeños, más caídos, asimétricos, más juntos, o estar separados son, por lo tanto, anormales. Sin embargo, el patrón de normalidad de los pechos es un abanico mucho más despiegado de lo que los senos de modelos y actrices, cortados todos según el mismo patrón, nos dejan creer. ¿Qué es anormal?
Lo absolutamente normal es tener dos pechos, una areola en cada uno de ellos y en medio de cada uno un pezón. A partir de esa base, la diferencia entre unos pechos y otros pueden variar considerablemente, y aún así, seguir siendo normales en todos los casos.
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By pechos, Salud, senos, sujetador